Llevo años trabajando con Inés y, sin lugar a dudas, es la mejor decisión que he tomado nunca. Inés me ha acompañado en mis momentos más oscuros, guiándome y haciendo que no perdiera la esperanza ni las ganas de luchar.

Con su ayuda he conseguido levantarme y seguir adelante, recuperando las ganas de mejorar y crecer. Su compañía y tacto son increíbles, creando un espacio seguro donde abrirme y expresar mis miedos y mis inseguridades.

Me hace llegar a los recovecos más profundos de mi mente, para entenderme y entender que es lo que me ocurre, motivándome a seguir adelante y ayudándome a gestionar mis emociones.

Es, sin lugar a dudas, la mejor profesional en su campo, y la mejor ayuda que yo he encontrado jamás.

Inés no es la psicóloga que buscas, es la psicóloga que esperas encontrar.

Puedo asegurar, al menos en mi caso, que supera todas tus expectativas. Sabe escuchar sin juzgar. Te ayuda a encontrar tu sentido, no el suyo, y encontrando el sentido, te acompaña a centrarte y, por tanto a ser feliz, superando con ello mucho tiempo (años) de sufrimiento.

Dicen que el vínculo terapéutico es más importante que el tipo de terapia, con Inés es fácil establecer ese vínculo porque es una persona comprometida, sabia hasta el punto de hacer sencillo lo técnico y complejo, respetuosa, humilde, camina contigo y, en definitiva, guardando los límites terapeuta paciente, te aprecia de verdad.

Algunos amigos me dicen que son muchos años con psicoterapia pero, ¿y si el objetivo de la terapia fuese caminar juntas y sentir ese abrazo, esa comprensión, empatía y crecimiento que no tuve en mi infancia?.

Inés lleva siendo mi refugio y empuje desde 2020 y gracias a ella estoy empezando a ser una nueva versión, más capaz y más consciente, para tener cada vez más recursos en mis relaciones sociales y mis proyectos vitales. Con ella aprendo y crezco considerando todas las perspectivas pero siempre desde el lado de lo sano.